UNA APROXIMACION A LA NOUVELLE VAGUE

(... La Modernidad era esto) de Emiliana BRONT
PARTE III

"EL AUTOR" : LA POLEMICA

Quizá la polémica se extiende hasta nuestro días, pero fueron estos jóvenes irreverentes, que hasta se atrevieron a decir : "Somos la primera generación que sabe que Griffith ha existido" para estupor de quién quisiera escucharlos, los que la instalaron. Y de esto se trataba, al igual que sucedió con H. Hawks, con A. Hichtcock, con Wilder, con Lang, supieron trazar una línea transversal sobre sus obras que rescatara o "iluminara" aquellos rasgos que los hacían peculiares aún en un cine dominado por la industria. Jerarquizaron a alguns autores del neorrealismo italiano como Rosellini.

También lucharon y lo lograron, por jerarquizar el cine, que un autor de cine tuviera el mismo respeto cultural que un autor literario, que el cine no fuera considerado como un arte menor, con respecto por ejemplo a la literartura o a la pintura, que cada gran director de cine realizara una obra tan distinguida y expresiva como la de un escritor. Me pregunto cómo los cinéfilos del mundo no iban a adorarlos?! Porque cuando pasaron a la acción fueron tan consecuentes como cuando esgrimían sus postulados desde aquellas revistas de tapas amarillas. "... Si el ejercicio de la crítica resulta admisible - escribía Truffaut en la revista Arts - es bajo condición de enfocarlo como trabajo provisional, una fase transitoria..."

Las polémicas arreciaron y también hubo cierta discriminación por parte de ellos sobre quiénes debían ser considerados autores y quiénes no. Para dar un ejemplo Bergman sería un "autor Cahiers", pero no Fellini (no Fellini?). A propósito de esta polémica dice Serge Daney que "La generación de la Nouvelle Vague tuvo suerte: supo ganarse enemigos y conservarlos durante mucho tiempo, el tener enemigos es un privilegio que no se le presenta a todo el mundo... Si hubiese sido solamente un grupo de arribistas pronto se hubiera esfumado. De hecho, el tiempo estaba de su parte... Esta generación fue afortunada en otra cosa: se creía Justiciera. La histora del cine con sus valores establecidos, la que contaban Sadoul y Mitry les parecía injusta... Había hecho falta rehabilitar el cine americano, servirse del neorrealismo italiano como palanca, guardar una mirada teórica para el cine soviético..."

Claro que no todos opinaban como Daney, con un tono casi paternal BERGMAN, también lanzó su opinión:"... lo que estos alborotados franceses necesitan es más repeto por el oficio y más preparación profesional.A veces me hacen pensar en esos dramaturgos noveles que se creen capaces de revolucionar el arte escénico antes de haber aprendido a escribir como Dios manda". El tema en cuestión era que a estos "alborotados franceses" quizá nunca les interesó hacer nada como Dios manda, y menos si Dios era en ese momento "el cine de la calidad" de Francia.