LAVERDADENFUGA

Saturday, November 26, 2005

LA POLITICA DEL MELODRAMA

PARTE I.

ESC. 1 / EXT. (CALLE)/DIA
La madre de la víctima del homicidio una vez conocida la condena del asesino, mira la cámaras, rodeada de micrófonos y de flashes, y proclama:"Le hemos ganado...!", y luego dice algo así como que agradece sobretodo al periosimo por su apoyo, y que cuenten con ella (los periodistas) para cualquier cosa, a cualquier hora, ya sea para algo de la televisión (?), o algo personal...
ESC. 2...
Aquí la pantalla se divide en dos y entra a plano la periodista del piso con lágrimas en los ojos y el llanto atragantado. La mujer (en la calle) sigue declamando. La periodista dice "Gracias!"...
CORTE A ....
No es parte de un guión de cine, o de T.V. , o sí?,no sé yo lo ví en un informativo ayer. Así fue que me acordé de una nota que había leído en la Revista Ñ (25/6/2005) de Clarín, titulada LA POLITICA DEL MELODRAMA, de Carlos Monsivais (reconocido escritor mexicano), de la que citaré algunos extractos:
"..Melodrama y violencia.
...S prodigan las impresiones estremecedoras de la ciudad indefensa, acorralada, en espera de la puñalada final...La ordenación melodrámatica de la violencia urbana se atiene a la encomienda: mediar entre la experiencia real y su enunciación oral o escrita. Y la descripción más aceptada de la violencia es el idioma de la nota roja, "estremecedor" por necesidad, cargado de építetos truculentos...La víctima real o posible de la violencia se traduce a sí misma sus vivencias y miedos como episodios melodrámaticos... La voluntad de escenificación es tan desmesurada que oculta lo representado. A la violencia se la evoca copiosamente y al centuplicarse los relatos, se teatralizan los acontecimientos. En las grandes ciudades de América latina se ofrecen datos verídicos de aslatos, secuestros en taxi...invasiones de casas, anécdotas amargas de vecinos, parientes y amigos, constancias de la indefensión. Al trasladarse al espacio del melodrama, las narraciones de la violencia inhiben, aterran, convierten la vivencia en aplastamiento psíquico, y a fin de cuentas anulan la voluntad de entender las dimensiones de la delincuencia, y las respuestas eficaces a sus atropellos... las personas creen desaparecido al Estado .
La adjetivación de la nota roja suele sustituir los razonamientos: pavoroso asalto, crimen monstruoso, delincuente satánico, horripilante encuentro macabro. Los delitos son terribles en sí mismos, pero el poderío de la adjetivación no radica en su eficacia descrptiva sino en el gusto por los gritos y temblores del alma. Hay énfasis melodrámatico en algunas de las "soluciones" exhibidas: pena de muerte, cortar la mano del delincuente, acusar a las comisiones de dchos. humanos de proteger criminales, generalizar la desconfianza hacia los de aspecto criminal...La deincuencia crece de modo geométrico, pero la intrusión melodrámatica no surge de la experiencia sino del afán antropomórfico de ver en la sociedad una víctima, que sólo deja de serlo si se prodiga la mano dura, algo nunca definido por la derecha.
El victimismo a gran escala forltalece la ideología derechista: la certeza de que ya todo se ha escrito en los muros del destino..."
(Continúa)

0 Comments:

Post a Comment



<< Home