ELLA MISMA ... UNA DE ELLAS

ARIZONA / RIO, 200...

Blanchet/ Victoria sabe que tiene que tomar una decisión, no se siente segura, el mundo que la contenía ya no la contiene, mira a su alrededor y nada, nada de lo que existe ahí le resulta familiar, como si hubiera despertado de un sueño largo, muy largo que se mezcló con la realidad. Tal vez esa zona entre la "vigilia y el despertar" le hizo más defícil distinguir los colores con los que se pintaba su vida. Blanchet/ Victoria, en Arizona / Río, no puede detenerse a pensar tiene que seguir/sentir con esa doble piel, esa doble sonrisa , ese doble acento que ya no habla. Blanchet/Victoria hoy no sabe nada, se deja arrastrar, es puro instinto, no vacila, no por estar segura de lo que hará/hizo, no vacila por la inutilidad misma de la vacilación...

Blanchet/Victoria mira su vientre vacío/lleno de una vida que no le pertenece por extraña aunque cercana, por cercana aunque extraña. El día que todo termine el vacío seguirá siendo vacío . La plenitud no llegará hasta pasado un cierto tiempo, y Blanchet/Victoria se pregunta si puede haber plenitud luego del vacío, y se contesta: no, tal vez, sí, quizá ... no, tal vez, quizá, si...

Ahora sigue esperando una espera que ya es desmedida, y sabe entre las pocas cosas que sabe, que seguirá esperando luego de la espera. Mientras tanto su sillón lleno de tierra blanca/roja, que ha entrado por las rendijas, la acuna, a ella y al que es y no será, y al que será y aún no es...