LAVERDADENFUGA

Monday, November 13, 2006

"MATAR O NO MATAR..."


Con asombro, tal vez con respetuoso asombro, porque me parecen interesantes algunas cosas que he leído, he encontrado en el blog de Wiñazki, un artículo sobre Hemingway, cuyo título ya me parece irrespetuoso, quizá fue el título que usó el diario italiano citado, igual en ese caso no me parece feliz .
Quisiera, sin tratar yo de defender a HEM (su obra y la interpretación de su piel bajo su pluma es su mejor defensa), transcribir algún que otro párrafo de "Por quién doblan las campanas", allí es él el que nos habla de eso tan difícil de
asimilar que es "matar o no matar" en la guerra, y del "placer por matar":
"...Habrá que fusilar a muchos...A muchos. A muchos, a muchos... Sí, penso Jordan: Nosostros lo hacemos friamente, pero ellos no, jamás. Es un sacramento extra. Es el antiguo sacramento, el que ellos teníanantes de que la nueva religión les llegara del otro extremo del Mediterráneo; el sacramento que no han abandonado jamás, sino solamamente disimulado y escondido para sacarlo durante las guerras y las inquisiciones. Este es el pueblo de los actos de fe. Matar es cosa necesaria pero para nosotros es diferente... ¿Y tú? (se pregunta Robert Jordan , ¿ se pregunta quizá el inmortal Ernest?) ¿o has experimentado nunca eso? ¿No lo sentiste en la guerra? ¿Ni en Usera? ¿Ni en todoe el tiempo que estuviste en Extremadura?¿En ningún momento? ¡Qué va que no! se dijo.En cada tren. Deja de hacer literatura dudosa sobre los bereberes y los antiguos íberos y reconoce, se dijo,que has sentido placer al matar, como todos los que son soldados por gusto sienten, a veces placer lo confiesen o no ... " Claro se me dirá que habla Robert Jordan el personaje. Ya que nos estamos haciendo preguntas ¿no será una ingenuidad pensar que habla R.Jordan y que HEM no siente a través de esas líneas el desahogo de admitir su atracción/pasión por la sangre?. En una nota de Clarín de hace muhos años, a raíz del Centenario del nacimiento del escritor dice Castillo: "Al principio, en Hemingway, la muerte no es todavía la muerte: es el frío acto de matar y el puro riesgo de ser muerto. "La matanza limpia y de manera que proporcione orgullo y placer estéticos siempre ha constituído uno de los mayotres goces de la humanidad "Muerte en la tarde. Está hablando del toreo - continúa Castillo- de acuerdo, pero el giro "placer estético", referido al acto de matar no parece muy feliz en un escritor que ha visto de cerca la estupidez de la guerra... Su otra obsesión, la muerte, completa y articula todas sus otras máscaras y nos da por fin al gran escritor." (el remarcado me pertenece).
No sé tal vez eran muy duras esas cartas que Wiñazki cita del Corriere..., a mí igual no me ensombrecen al gran HEM. Yo no había "comprado " otro Hemingway, por suerte lo concebí como el único, el genial, el que nos ayudó a amar más la República, esa que nunca tendría que haber dejado de ser, en honor al viejo Anselmo, a Pilar ,a María,al inglés, y por qué no al mismísimo, hijo de su condenada madre, Pablo.